El mito de la custodia compartida

La custodia compartida, a día de hoy, es todavía un mito para muchos padres y madres que luchan por poder educar a sus hijos. Algunos padres y madres, con la complacencia del Estado y los Tribunales, demuestran que (casi) todos tenemos obligaciones, pero no todos tenemos derechos. Por ejemplo, el derecho a educar a nuestros hijos.

En el artículo de Ima Sanchís publicado hoy en La Vanguardia, en "La Contra(portada)", 08-08-2009, la (abogada) mediadora, y madre, Elvira Rodríguez Sáenz, menciona las dificultadades de las familias para conciliar su vida profesional y familiar.

Imagen: http://weblogs.clarin.com/hijosnuestros/archives/padre_hijo.jpg

La custodia compartida para los progenitores de las familias separadas o divorciadas, y con hijos, es la solución más adecuada para:

• disminuir la litigiosidad,
• el dinero público ahorrado serviría así para, por ejemplo, invertir en ayudas a los padres trabajadores,
• equiparar al hombre y la mujer en el cuidado del hogar y de los hijos, tal y como deben hacer actualmente las familias no monoparentales, en las cuales ambos colaboran en las tareas domésticas,
• dar una estabilidad al progreso de los hijos,
• recuperar el papel que todo padre y madre merecen en la educación de sus hijos.

La reflexión clave de la mediación: ¿por y para qué quieren la guarda y custodia monoparental? muchos la piden porque quieren la casa o la pensión de alimentos.

Un objetivo final: los conflictos nos han de servir para CRECER como personas.

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De mi cosecha, para la mayoría de situaciones: ¿cómo se explica que dos personas, accedan a crear una familia, traer hijos al mundo, y luego, cuando hay desencuentros, una de las dos personas decida que sólo ella tiene derecho a la guarda y custodia de esos hijos en común?, ¿cómo opinaremos si el día de mañana son nuestros propios hijos, ojalá que no, los que se encuentren en la misma situación?, ¿y hablando de violencia de género, cuántos padres se habrán quitado la vida como consecuencia de tantos procesos injustos como los que se han estado viviendo?

Bajo mi punto de vista, para impedir el gasto público en procesos de este tipo, y especialmente para suprimir la sangría que supone para todos los padres (padres y madres), asumir los costes que se derivan de las separaciones, divorcios, modificación de régimen de visitas, y similares, recomiendo: que en el momento de casarse o juntarse ya suscriban el correspondiente contrato de separación o divorcio y el correspondiente régimen de visitas para los hijos comunes, así como a quién corresponde la guarda y custodia de éstos. Reflexionar sobre estos temas, nos permitirá asumir más tempranamente nuestras obligaciones pero también salvaguardará nuestros derechos, cuando no sea posible mantener la convivencia.

¿Por qué algunas personas consideran que deben ganar a costa del otro?, ¿ese es el legado que quieren dejarle a sus hijos?, ¿cómo los educaremos, para qué sean unos lobos o para que cooperen y colaboren?. No se equivoquen, si las generaciones futuras crecen con ideales equivocados es porque nosotros hemos consentido en darles esa educación. Cuando estafamos al prójimo, estamos quitando un trozo de pan de la boca de sus hijos; cuando somos los buenos y los demás son los malos, somos unos hipócritas; cuando robamos a un padre o madre su capacidad para educar a sus hijos, estamos fabricando huérfanos. He dictado sentencia: soy ¡CULPABLE!

¿Y tú?

Para saber más:
* Custodia compartida: ¡YA!
* Plataforma por la custodia compartida