martes, 4 de agosto de 2009

1984 ya ha llegado. ¿Quién vigila a los vigilantes?


"Todas las personas somos iguales, pero algunas personas son más iguales que otras", parafraseando a Orwell.


La historia la escriben los ganadores, y las sátiras políticas de George Orwell no son del agrado de los que tienen la sartén por el mango.

A través de la red dejamos múltiples huellas de nuestra identidad real, nuestro nombre, edad, aficiones, marcas de referencia, listado de nuestras amistades, teléfonos, e-mails, contraseñas virtuales similares a las que utilizamos en el mundo físico (analógico).

Nos esforzamos en completar un perfil de Facebook, Google, Twitter, MSN Messenger, y muchos más, para contactar con nuestros amigos, familiares y conocidos. Exponemos tranquilamente que esta semana no estaremos en casa, pues nos vamos de viaje a Nueva Zelanda; y al instante, nuestros amigos, y los amigos de nuestros amigos, y los conocidos de los amigos de nuestros amigos, saben que nuestra casa estará vacía, disponible para el asalto de los malhechores. Pese a lo que muchos argumentan en contra del "software libre", la red fomentada por el "software privativo" si que es viral y de consecuencias nefastas en algunos casos, hasta 5.580 veces perjudicial en algún caso concreto.

Compramos un ebook, libro digital, donde podemos coleccionar cientos de obras en un solo volumen, hacer anotaciones, incluso escuchar verbalmente el texto (para no cansar nuestra vista). ¡Qué gran invento la tecnología! Y poco tiempo después descubrimos que el ebook no es enteramente nuestro, que los libros almacenados tampoco son enteramente nuestros, quizás incluso el F.B.I. nos tiene fichados por haber comprado/leído "El guardián entre el centeno", de Salinger.

Enciendes tu sistema operativo MSN Windows y tarda una eternidad en abrirse, y otro tanto al cerrarse; ¿qué se supone que está haciendo, si no hay ninguna aplicación abierta?, ¿porqué descarga actualizaciones, si desde el inicio de sesión he expresado claramente que no quiero actualizar más el sistema?, ¿se ralentiza el ordenador, porque están disponiendo de él, desde el exterior, las grandes multinaciones de la informática y la "ultramegatecnología"?

Llamas a la Telefónica de turno, para comentarles que tu abuela recibe llamadas a deshoras, tiene casi cien años, e incluso ha llegado a hablar con una voz electrónica, que si pueden ponerla en la lista robinson (o cómo se llame) para que no reciba inoportunas llamadas en horario intempestivo, y no tenga que correr por el pasillo creyendo que la llaman sus hijos o sus nietos, no se nos vaya a caer. Te comentan que lo pidas por escrito, y dices que no, que igual que contratas su servicio por teléfono pues también gestionas ese servicio por telefóno; pues no existe el departamento de quejas que usted pide, te contesta la telefonista latinoamericana desde Cuba, Perú, o Argentina, vaya usted a saber; pues puestos a escribir, déme hora para entregar mi queja por escrito y personalmente al sr. César Alierta; ¿quién es ese señor?, te preguntan, pues quién va a ser, tu jefe, les contestas; finalmente encuentras en la web de la famosa empresa, el departamento de Defensa al Cliente, que escondidito está, y, estos si te responden, dos o tres semanas después, que existe un teléfono gratuito para impedir que te molesten, corrijo, que molesten a tu abuelita. Soy cliente de "Timofónica" de toda la vida, nunca he cambiado de compañía, y cada vez que pienso cambiar me asusta el metalenguaje jurídico de las ofertas de la competencia; tanto por establecimiento de llamada, si estás a tres metros de distancia, tanto otro, si estás a cuatro metros y tu interlocutor es de otra compañía, tanto más, si eres de dicha compañía, tanto menos, si vienes de la competencia. Pensándolo bien, el sector de las Telecomunicaciones españolas apesta. Ésta es mi valoración para la compañía que me trata más como a un proveedor que como a un cliente: ¡CERO PATATERO! ¡Esto es verídico, ojalá fuese una fábula!

Si escucho una canción en mi coche, ¿debo facturarle un porcentaje al copiloto y demás acompañantes para poder pagar el cánon de la SGAE?, ¿por qué debo ayudar al cine español, si estoy en paro y, a mí, nadie me subvenciona?, ¿porqué pagar un canon, si no utilizo los soportes para almacenar nada relacionado con la citada asociación?


Por una vez, voy a darle la razón a la sociedad capitalista en que vivimos, tienen razón, somos tontos y nos merecemos que nos traten como a una ... No tenemos derecho a quejarnos, porque somos menos que ellos. Por lo que a mi respecta, puesto que sólo poseo el derecho sobre mi dinero (no lo tengo tan claro, creo que yo lo cobro pero en realidad pertenece a la Banca y Hacienda), no pienso gastarme un duro en ebooks, móviles, ordenadores, programas informáticos, películas, música que no me pertenezcan, que no pueda regrabar en otros soportes (como medida de seguridad), que tenga fecha de caducidad, que ... [añade cualquier cosa que te disguste]. Y no pienso comprarme ningún soporte para piratear sus películas, o su música, como otros si hacen, que se lo confiten todo; ¿quién quiere perder su tiempo con algo que destila corrupción por todos los poros?

¿En cuánto a la red de redes, mucho cuidado, el Gran Hermano (y sus acólitos) nos vigila(n) atentamente?

No dejes que nos quiten nuestros derechos, da tu apoyo a cualquier iniciativa que prime por el bien de la comunidad, en vez de esa falsa seguridad que nos quieren vender. Ha llegado el momento de cambiar, para que nada cambie (¡sic!).

[Versió en català]

Fuentes:

No hay comentarios:

Publicar un comentario