- ¿Quién mató a la SGAE? Fuente Ovejuna, señor.
- ¿Quién es Fuente Ovejuna? Todos a una, señor.
Esta semana la SGAE está que se sale, primero fue Zalamea y, ahora, le toca el turno a Fuente Obejuna. No se sabe si la SGAE pretende cobrar por un texto escrito hace ya casi quinientos años, o por la famosa frase de marras cuyo dueño no parece ser Lope de Vega.
La SGAE me recuerda a ese Comendador en las formas y sus tejemanejes. Cada cierto tiempo, la humanidad necesita del espíritu redentor del fuego para purgar sus pulsiones y pasiones desaforadas. Estoy en contra de la violencia, pero con la SGAE, el software privativo, el liberalismo/capitalismo deshumanizado, los gobernantes y sus opositores actuales, el conflicto de Israel y Palestina, todos los nacionalismos excluyentes, el machismo, el feminismo, la sociedad occidental, la sociedad oriental, el mundo árabe, los principios de Jesucristo según la versión oficial, los principios de Mahoma según la versión talibán, a todo el que se atreva a ponerse una etiqueta y defender sólo esa determinada forma de pensar, a todos ellos: ¡Quemadlos a todos! Porque todos me sobran.
Si el hombre es la medida de todas las cosas, cada vez tiene menos que medir. Bienvenidos a la era del homo minus.
Fuente: La Vanguardia, esta semana, artículos publicados sobre Zalamea y Fuente Obejuna.
- ¿Quién es Fuente Ovejuna? Todos a una, señor.
Esta semana la SGAE está que se sale, primero fue Zalamea y, ahora, le toca el turno a Fuente Obejuna. No se sabe si la SGAE pretende cobrar por un texto escrito hace ya casi quinientos años, o por la famosa frase de marras cuyo dueño no parece ser Lope de Vega.
La SGAE me recuerda a ese Comendador en las formas y sus tejemanejes. Cada cierto tiempo, la humanidad necesita del espíritu redentor del fuego para purgar sus pulsiones y pasiones desaforadas. Estoy en contra de la violencia, pero con la SGAE, el software privativo, el liberalismo/capitalismo deshumanizado, los gobernantes y sus opositores actuales, el conflicto de Israel y Palestina, todos los nacionalismos excluyentes, el machismo, el feminismo, la sociedad occidental, la sociedad oriental, el mundo árabe, los principios de Jesucristo según la versión oficial, los principios de Mahoma según la versión talibán, a todo el que se atreva a ponerse una etiqueta y defender sólo esa determinada forma de pensar, a todos ellos: ¡Quemadlos a todos! Porque todos me sobran.
Si el hombre es la medida de todas las cosas, cada vez tiene menos que medir. Bienvenidos a la era del homo minus.
Fuente: La Vanguardia, esta semana, artículos publicados sobre Zalamea y Fuente Obejuna.
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