Se hacen referendums a nivel local para pedir independencia, comentarios a nivel nacional para impedirlos; políticos de todo pelaje y medios de comunicación exponen sus tesis al respecto.
Por lo que a mí respecta, ser sólo español, o sólo catalán, o sólo europeo, o del Barça, o del Madrid, proamericano, o todo lo contrario, a favor de la causa palestina, o a favor del mundo judío, nos convierte en menos tolerantes y más racistas.
Odio las etiquetas y, si hubiese de escoger una, preferiría ser "ciudadano del mundo", tal cual, ciudadano de la Tierra, o Gaia, o como la queraís llamar. Me siento cómo cuando, yo que no soy del Barça ni del Madrid, no puedo salir a festejar, como el resto de los que sufren la "pitopausia futbolera", que ninguno de los dos ha ganado la competición de marras. Puedo salir a pitar, sí, a riesgo de que me metan en la cárcel.
Sin faltar al respeto a los que quieren opinar sobre esta cuestión, y pienso que la gente tiene derecho a votar no sólo esto sino también por la supresión de los peajes, y a favor del kilometraje máximo a 80 Km/h, eso sí, con todas las autopistas reconvertidas en nacionales, porque la N-II entre Barcelona y Girona es una carretera local, 2 horas para realizar el trayecto entre ambas poblaciones, distanciadas sólo 100 Km; considero que no es sólo importante votar por esta cuestión, sino por todas las cuestiones que nos conciernen:
- ¿para cuándo una plataforma digital que nos permita votar a todos los ciudadanos en todas las leyes, reglamentos, propuestas, referendums a nivel mundial, paneuropeo, nacional, regional, comarcal, local?,
- ¿porqué conformarnos con tan poco como la independencia catalana?
Mi postura es clara, yo quiero poder votar por mi futuro, y que los demás puedan hacer lo mismo por el suyo, discutir con todos hacía dónde queremos ir, pero EN TODOS LOS ASPECTOS, a nivel educativo, a nivel de pensiones, a nivel legislativo, hasta donde nos lleguen las fuerzas y las ganas de colaborar. ¡Llamad la atención a vuestros políticos y exigidles lo mismo!, no pidáis menos, todo lo demás son sólo migas de pan.
Mientras tanto, y pensando que las etiquetas que nosotros mismos nos ponemos sólo sirven para coartar nuestra libertad, escojo ser anti-catalán, anti-español, anti-europeo, anti-americano, anti-antiamericano, anti-palestino, anti-judío, anti-Barça, anti-Madrid, y todas las etiquetas ANTI que hallan, con el único fin de no limitar mi libertad ni ser esclavo de tendencias que son muy bonitas pero no responden al problema de fondo: LIBERTAD PARA ELEGIR.
Siempre y cuando, claro está, no coartemos la libertad del otro. Mi libertad termina donde empieza la tuya y la tuya acaba donde empieza la mía. ¿Cuándo conseguiremos la ansiada y verdadera libertad?
Hay que exigir de los políticos y de toda la sociedad que se movilice para que podamos gobernarnos todos los habitantes de la Tierra, repito todos. Lo demás, con la tecnología actual, es pedir menos que nada. ¿Qué somos hombres u ovejas?
Hay que exigir de los políticos y de toda la sociedad que se movilice para que podamos gobernarnos todos los habitantes de la Tierra, repito todos. Lo demás, con la tecnología actual, es pedir menos que nada. ¿Qué somos hombres u ovejas?
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